Cada 20 de julio, el país recuerda que la libertad fue conquistada con valentía, inteligencia y unidad.

Este domingo 20 de julio, Colombia celebró los 215 años del grito de Independencia, recordando aquel momento decisivo en el que un grupo de criollos ilustrados se organizó para romper con el dominio español en Santafé, la instauración de una Junta de Gobierno en 1810 marcó el inicio de un largo proceso emancipador, que inspiró a otras regiones a luchar por su soberanía.

Uno de los episodios más emblemáticos de esta jornada fue el altercado del Florero de Llorente, ocurrido en pleno día de mercado, aunque aparentemente trivial, este incidente fue cuidadosamente planeado por los criollos para provocar una reacción popular, la negativa del comerciante José González Llorente a prestar el florero sirvió como detonante para que el pueblo, encabezado por figuras como Francisco José de Caldas y Antonio Morales, se alzara contra el poder colonial.

La conmemoración de este aniversario permitió reflexionar sobre el proceso independentista que no culminó ese día, sino años más tarde, con hitos como la Batalla de Boyacá en 1819, a lo largo de la historia, el 20 de julio se ha consolidado como una fecha para honrar la valentía de quienes soñaron con una patria libre y para reafirmar los valores de unidad, justicia y participación que deben guiar el presente y el futuro del país.

Celebrar la independencia no solo es recordar un hecho histórico: es mantener viva la conciencia de lo que significa ser una nación libre, plural y comprometida con su historia.

Prensa ESCOM